Viaje fotográfico - Primavera 2025

Almendro solitario en las llanuras de Hijate, Valle del Almanzora.

Colores inesperados en el Valle del Almanzora

El sur de España, concretamente la zona Almeriense entre otras cosas, se caracteriza por ser una tierra árida y semi-desértica. Pues esta primavera no ha sido así. Tras las nieves de invierno y las lluvias primaverales, la tierra se transforma llenándose de vida y colores. Este año 2025 ha sido muy intenso en lo que a lluvias se refiere y eso se ha traducido en valles y montañas llenos de vida.

“Esto está más verde que Galicia” y “Esto no lo has visto tú en tu vida” es lo que me dijo un vecino que lleva viviendo allí más de 30 años. De esta manera espero que, con estas declaraciones y algunas fotografías, os hagáis una idea de las maravillas que la naturaleza puede crear.

Torre del Ramil. Alcóntar, Almería.

La magia de la Primavera

Uno de mis objetivos en este viaje era simplemente capturar con la cámara la belleza de esta estación en una tierra tan querida para mí como es Almería y Granada. La primavera aquí no es solo un cambio de estación; es una revelación. Los paisajes se transforman con una rapidez increíble, las flores brotan por doquier llenando el aire de fragancias y muchos animales se dejan ver con una confianza que rara vez ocurre en otras épocas del año.

Os dejo a vosotros, lectores y lectoras, descubrir si cumplí o no mi objetivo. ¡Dentro vídeo!

Nevadas primaverales en la Sierra de los Filabres

Una de mis paradas era la Sierra de los Filabres, donde el calor de la primavera ya había fundido las nieves del invierno. Al llegar, el paisaje se mostraba como lo que es, una sierra vibrante y llena de bosques de pino, pero, como si la naturaleza tuviera preparada una sorpresa, durante una noche cayó una nevada que transformó por completo el entorno. En cuestión de horas, el verde dio paso al blanco. Un blanco radiante y precioso.

Muy pronto por la mañana decidimos ir a explorar. Un aire afilado y muy frío que casi cortaba y una luz que se filtraba entre las nubes que dejaban caer pequeños copos. Fue en ese ambiente invernal donde tomé algunas de las tomas más potentes del viaje.

Una de las escenas más memorables ocurrió en un frío atardecer en la cima de la Sierra, en el Observatorio Astronómico de Calar Alto. Un joven zorro apareció entre los arbustos, atraído seguramente por el olor a comida de unos excursionistas cercanos. Se detuvo a cierta distancia, observando con curiosidad. Permanecí inmóvil, la cámara lista, esperando con calma. Poco a poco se acercó, confiado, hasta que pude capturar su retrato. Ese instante lo resumía todo: paciencia, respeto y esa pizca de magia que solo la naturaleza regala.

Zorro rojo en Calar Alto. Almería.

Geoparque de Granada y Baños de Zújar

Colores fósiles y aguas termales

Del frío de la sierra pasé al calor terroso del Geoparque de Granada, un paisaje que parece de otro planeta. Las formas erosionadas de los badlands y los colores que varían entre ocres, rojizos y blancos ofrecen un espectáculo visual increíble. Aquí la primavera se manifiesta de forma más sutil: pequeñas flores silvestres asomando entre las rocas, aves rapaces surcando el cielo en círculos, y la vida adaptada a las condiciones más extremas.

Formaciones geológicas expuestas por la erosión. Embalse del Negratín, Granada.

En los Baños de Zújar me detuve a descansar, pero la cámara no tuvo tregua. Las aguas termales, enmarcadas por montañas y cielos limpios, ofrecían reflejos cambiantes a lo largo del día. El vapor, la luz suave del atardecer y el murmullo del agua creaban un ambiente casi mágico, perfecto para desconectar y fundirse en la naturaleza.

Desierto de Tabernas y cierre del viaje

La última parada estaba en el Desierto de Tabernas, uno de los escenarios más singulares de Europa. Aquí la primavera tiene otro ritmo. Al llegar, no sabía por donde empezar a explorar. Allá donde mirara veía lugares dignos de inmortalizar. Lugares hostiles que invitaban a adentrarse en ellos. El calor era intenso, aún en abril, pero con ayuda del mapa y muchas ganas de aventura, acabamos con un buen material fotográfico.

Panorámica en el Desierto de Tabernas, Almería.

No podíamos regresar sin visitar y grabar en el Castillo de Tabernas y eso fue la guinda del último día. Tras subir al castillo y documentar los paisajes infinitos del desierto junto con las vistas aéreas de la fortaleza, decidimos que ese maravilloso viaje había llegado a su fin y tocaba regresar a casa.

Espero que os haya gustado esta entrada en el blog, las fotografías y el vídeo. ¡Muchas gracias por llegar hasta el final!

El viaje continúa

Siguiente
Siguiente

Viaje fotográfico a los Pirineos (Otoño 2024)